¿Nunca has sentido curiosidad por saber
cómo comenzó la odontología?
En Dental Roch, haremos un breve recorrido en el tiempo, para mostrarte todos los sorprendentes cambios que ha habido en la profesión hasta hoy.
Se dice que los primeros dentistas llegaron de la mano de los egipcios, en el año 2.600 A.C. Pero no fue hasta mucho más adelante, cuando Hipócrates descubrió que muchas de las dolencias dentales provenían de determinados alimentos.
En Roma, se utilizaba el oro como material para realizar empastes, pero la figura del dentista no aparece hasta el año 1250, cuando los barberos franceses comenzaron a desempeñar la profesión.
No es que fueran los más cuidadosos y preparados para la labor, pero en su momento resolvieron algunos problemas dentales, realizando extracciones e incluso blanqueando los dientes con aguafuerte.
Lo sorprendente, es que pese a que durante cientos de años se estuvo desarrollando la actividad, no fue hasta mediados de1800, cuando surgió la primera escuela dental.
En los años 30, ir al dentista causaba pavor. Eran lugares muy fríos y espaciosos, donde lo primero que destacaba era el sillón dental y el taladro. Sin embargo, estas clínicas indicaban que por aquel entonces, ya existía cierto desarrollo de la profesión y respeto por la misma.
Al ver la imagen, lo primero que se aprecia es el cambio tecnológico que ha habido con respecto a esa época. De la imprecisión del taladro a herramientas con tecnología punta. En cuanto a las clínicas, ya no son zonas con baldosas frías y uniformes, con cierto olor a cloroformo y habilitadas con salas de espera tétricas y aburridas.
Ahora se buscan colores vivos, que alivien la ansiedad y tranquilicen a los más temerosos. A su vez, las salas de espera se ambientan con música tranquila o actual, para que los pacientes desconecten y se encuentren a gusto, mientras esperan su turno. Ya no es una tortura ir al dentista, sólo un mero trámite.
En cuanto a la higiene bucal, uno de los inventos más populares fue la pasta dentífrica, cuyo nacimiento fue en 1896 de la mano de Colgate. Unos años más tarde, en 1938, nace el cepillo de dientes de nylon, que es el más parecido al que tenemos en la actualidad.
En los años 60, el sillón de las consultas dentales, seguía siendo muy parecido al de las barberías, pero con partes pintadas de blanco y ligeramente más acolchadas. Era una muestra de que se empezaba a buscar que los pacientes estuvieran más cómodos, pero una vez que sonaba el taladro, la tranquilidad con la que se sentaban los más valientes, quedaba reducida a cenizas.
En esta década también surgieron herramientas como el láser dental y los cepillos eléctricos. En su momento, sólo los dentistas podían acceder a un cepillo eléctrico, pero su uso se popularizó tanto, que se empezó a vender al resto del público, siendo todo un éxito.
Avanzando en el tiempo, llegamos a los años 70, fecha en la que salieron al mercado los primeros brackets. Se trató de un avance revolucionario, que mejoró la sonrisa de millones de personas y que, a día de hoy, ha dejado de ser tan antiestético.
En 1989, ya se realizaban tratamientos de blanqueamiento dental, aunque no eran tan efectivos y seguros como los que hay hoy en día. Otro de los recursos más demandados por los pacientes, son los implantes. Permiten reemplazar aquellos dientes que se han caído, de manera que se conserve una sonrisa estética y natural.
La década de 1990 se caracterizó por la proliferación de los servicios cosméticos que los dentistas agregaron a su repertorio, y por el mayor cuidado y atención que se tenía con los pacientes.
En la actualidad, la odontología está cambiando y evolucionando a un ritmo vertiginoso, con un mayor número de herramientas y técnicas que mejoran la calidad de vida de las personas.
Bibliografía:
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